No te imaginas cómo has transformado mi vida desde aquel primer momento en que te vi. Sé que para ti sólo soy una chica más, de la cual ni siquiera conoces su nombre ni te imaginas su voz; pero para mi tú eres quien alegra mis días, quien le da sentido a éste juego llamado "vida". ¿Cómo puedes ser tan importante para mi si no sabemos nada uno del otro?
Pero... ¿Cómo acercarme a ti? ¿Cómo? Siempre me imagino una bonita vida contigo; y tú... Tú ni si quiera sabes mi nombre ni conoces mi voz. Me gustas tanto, cariño... Déjame si quiera mostrarte que existo, dame una oportunidad; tan sólo eso te pido: una sola oportunidad. Una oportunidad para que te des cuenta que, quizá, ésta desconocida puede hacerte feliz.
Éstas ganas de querer abrazarte van en aumento cada vez que te veo, pero las oportunidades para conocerte cada vez son más escasas; ¿qué puedo hacer? ¿dejarte ir, sin más? No, sé que esa no es la respuesta.
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